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Si ellos no estuvieran, Chile sería mejor: Alberto Plaza

Existe una persona que se denomina un gran compositor y no saca una canción nueva desde el 2017. Dice ser una persona de buenas costumbres y reconoció en televisión abierta ser adicto a la cocaína. También dice recibir mucha admiración por su opinión política, pero no milita en ningún partido porque nadie lo ha llamado a ser parte. Lamentablemente, esta persona es chilena, su nombre es Alberto Plaza y desde hace unos años se ha convertido en uno de los peores parásitos que habita en nuestro país.

Plaza era un simple cantante y compositor nacional que, de vez en cuando, sacaba uno que otro tema nuevo, pero siempre viviendo de sus grandes éxitos del pasado, como «Aventurera», «Cómplices», «Ahora», entre otros. Se pensaba que era apolítico y no se manifestaba en temas que fueran ajenos a la música.

El problema llegó cuando se empezó a meter en sitios donde nadie lo había llamado. Al ser una figura medianamente conocida, empezó a usar su cuenta de Twitter para hacer comentarios que generarían gran interacción. Una de sus primeras polémicas fue cuando arremetió con todo contra la humorista Chiqui Aguayo, atacándola por su soez lenguaje en su rutina presentada en el Festival del Huaso de Olmué en 2017: «saltaron desde la cloaca y allí se quedaron, salpicando cada uno al que le sigue, provocando una verdadera escalada de degradación donde ya nadie parece sorprenderse; donde querer cuidar nuestra maravillosa lengua parece ya una quijotada. Y este es un terreno en el cual solo a los humoristas se les acepta semejante picantería».

Luego de estas declaración, no hubo quien lo parase, metiéndose con todo en el mundo político y adoptando, por consiguiente, posturas siempre en contra de lo razonable. De hecho, es tan fácil como poner en Google “Alberto Plaza polémicas” y saldrán cientos de enlaces en donde cada uno hablara de un momento diferente.

Por nombrar algunas, podría mencionar cuando criticó a la actriz nacional Daniela Vega —ganadora de un Oscar— por su condición de transexual: «se percibe así misma como mujer y no me puede obligar a mí a que tenga la misma percepción. Yo voy a percibir lo que yo veo, no lo que ve ella. Yo veo un hombre que esta haciendo el rol de mujer».

Otro episodio en el que se ganó el repudio de todo el país, sobre todo de las mujeres, fue cuando criticó la conmemoración del Día de la Mujer. «¿Se han fijado que ahora las feministas extremas han cambiado la denominación del Día Internacional de la Mujer a el 8M»?, escribió en la red social del pájaro azul.

Hasta el 18 de octubre del 2019 era un personaje detestable, claro está, pero su figura aún no resaltaba del todo. Este estallido social fue la oportunidad perfecta para mostrar toda su miseria interior, y como consecuencia, recibir atención en redes sociales, porque lamentablemente la formula sí sirve: comentarios negativos en Twitter, por ejemplo, se traducen en eso, en comentarios, por ende, publicación que hacía Plaza, publicación que recibía cientos de mensajes negativos hacia su persona, porque obviamente lo que ponía eran cosas apoyando a las fuerzas armadas, al Gobierno, etc, comentarios que por esos días, una minoría muy pequeña lo hacía.

De esta forma fue que su figura se tornó en una especie de líder de opinión de la derecha, porque justamente representa todo lo que la derecha es: indolentes, clasistas, ladrones, discriminadores y, por sobre todas las cosas, estúpidos. Para tristeza de muchos, el hecho de que se convirtiera en un líder provocaba la temida espiral del silencio. Plaza, al publicar sin miedo a represalias, —porque ese es su alimento— salían cientos de personas a decir que pensaban igual que él. Así, poco a poco se han ido sumando hasta el día de hoy.

Personas como él y como muchos otros le hacen mal al país. Incitan al odio, a la violencia, esa misma que ellos dicen evitar, dejando el hashtag #pazparachile plasmado en todos los lugares que puedan. Lamentablemente, seguirán existiendo y apareciendo en la agenda pública del país cada vez que escriba algo. El único remedio es no alimentarlo, dejarlo morir de hambre. Que únicamente se quede con su sector político, el cual será tan bajo que hasta ellos mismos lo dejen solo.

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