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Sebastián Piñera (2010- 2014, 2018- 2022)

El actual mandatario de Chile se formó como ingeniero comercial en la Facultad de Economía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en la generación del ‘71. Posteriormente, en 1973, estudió un máster y doctorado en economía en la Universidad de Harvard para regresar a Chile en 1976 y ejercer la docencia en su alma mater, en la Universidad de Chile y en la Universidad Adolfo Ibáñez. Actualmente, además de ser el presidente de la nación, también preside la Alianza del Pacífico y el Foro para el Progreso de América del Sur.

Es por sus inversiones, que involucran aerolíneas, equipos de fútbol y supermercados, que actualmente está en el top ten de multimillonarios de nacionalidad chilena, con un capital estimado de 2700 millones de dólares en 2017.

Carrera empresarial y escándalos en los que se vio envuelto

Durante 1974 y 1978 fue consultor del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), consultor del Banco Mundial (1975-1978) y trabajó en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) como economista. Entre 1979 y 1980 se desempeñó como gerente general del Banco de Talca, en donde estuvo involucrado en un gran fraude. El 27 de agosto de 1982, el entonces ministro Luis Correa Bulo, lo declaró reo y ordenó su arresto por desfalcar el Banco de Talca e infracciones a la Ley General de Bancos. Piñera estuvo prófugo de la justicia por 24 días. En septiembre de ese mismo año presentó ante la Corte suprema un recurso de amparo el cual le fue aceptado, solapado por la ministra de Justicia del momento Mónica Madariaga.

En 1994 compró el 16% de la aerolínea LAN Chile y llegó a ser presidente de la empresa, logrando poseer más del 26% de sus acciones para el 2009.  Entre 1999 y 2006 crea las filiales LAN Perú, LAN Ecuador y LAN Argentina. Para 2009 Piñera participó en otro escándalo empresarial y fue multado por la Superintendencia de Valores y Seguros por haber infringido la prohibición de comprar acciones que la Ley del Mercado de Valores impone a las personas que cuentan con información privilegiada y haber comprado en el 2006 un total de 3.000.000 de acciones de la compañía a un precio por debajo de lo estimado, horas después de haber participado en una sesión de directorio en la que se entregaron los estados financieros de la empresa, considerado esto como información privilegiada. Con esto, Piñera apareció en el informe internacional de corrupción efectuado por Transparencia Internacional.

En el 2004 se adjudicó el canal de televisión Chilevisión. Existen reportajes que señalan que mientras era dueño del canal, realizaba triangulaciones para pagarles millonarios bonos a los ejecutivos utilizando los recursos de SQM y de otras empresas.

Carrera política

Antes de sentarse en la silla presidencial por primera vez en el 2010 ocupó algunos cargos políticos. Entre 1990 y 1998 ocupó el cargo de senador por la circunscripción Santiago Oriente. Durante este periodo estuvo inmerso también en escándalos. El primero de ellos fue en 1992, el denominado el «Piñeragate», en donde se transmitió en un programa en vivo una grabación de una conversación telefónica en donde Piñera solicita a uno de sus amigos que dejen mal en un programa en vivo a Evelyn Matthei, su rival a la precandidatura presidencial de 1993 por la Unión por el Progreso (coalición política de derecha).

El segundo escándalo político en el que se ve envuelto fue el  «Caso Chispas, el negocio del siglo», escándalo bursátil ocurrido en 1997 que tuvo alcances políticos y cambió la forma en que se regulan los negocios. A grandes rasgos, uno grupo de accionistas vendió la empresa de la compañía chilena Enersis a la Empresa Endesa España a costa del resto de los accionistas de Enersis. Uno de los accionistas era Piñera quien sacó provecho de su posición como senador de la República y vendió sus activos a un precio más alto que la mayoría de los accionistas.

Entre 2001 y 2004 fue el presidente de Renovación Nacional, partido político de centro-derecha​​ conservadora-liberal del cual resultó electo como candidato para las elecciones presidenciales del 2006. Entre 2011 y 2013 ejerció como el primer presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

Tras el fracaso de su primera postulación a la presidencia en 2006 ante Michelle Bachelet por el 7% de los votos, obtuvo la victoria en las elecciones presidenciales para el periodo del 2010-2014 como candidato de la Coalición por el Cambio (alianza entre los partidos políticos de derecha Renovación Nacional, Unión Demócrata Independiente) superando a Eduardo Frei Ruiz-Tagle y pasando a la historia como el primer presidente de derecha en ser elegido democráticamente desde hacía 51 años y post dictadura.

Fracasos del primer gobierno (2010-2014)

El mandatario asumió el poder por primera vez el 11 de marzo del 2010, dos semanas después de uno de los terremotos más fuertes que ha golpeado a Chile, por lo que los esfuerzos durante toda la gestión estuvieron dedicados a la reconstrucción del país. Sus políticas dieron continuidad al modelo económico del tipo neoliberal que tenía Chile y no hizo reformas estructurales para hacer el modelo económico más equitativo y menos desigual

Si bien el país tuvo un crecimiento económico del 5.3% y creó mas de un millón de empleos, como prometió en su campaña, especialistas en la materia estimaban que muchos de los empleos que se crearon fueron precarios o informales y con ausencia de derechos laborales. Además, en este periodo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo económico señaló a Chile como país con mayor desigualdad de ingresos.

En 2011 y 2012 hubo grandes movilizaciones sociales que fueron reprimidas a ordenanza de Piñera. La ciudadanía de algunas regiones del sur de Chile se alzó para demandar por las carencias en la calidad de vida de las personas que estaban sujetas su posición geográfica, por la lejanía con el centro del país y los estudiantes por su parte paralizaron y tomaron las calles de Santiago protestando por la educación. En general, los movimientos tuvieron tal fuerza que en este tiempo se estaba gestando un proyecto de ley que criminalizaba la protesta social, la cual, afortunadamente, fue rechazada ante el Congreso.

En el 2012 el Censo de población realizado pasó a ser inservible y declarado ilegal ya los métodos de recolección de datos fueron modificados y durante el levantamiento de datos se omitió información de aproximadamente el 10% de la población. Así 60 millones de dólares se fueron a la basura y, además, las políticas públicas emanadas que de él surgieran no podrían ser confiables.

Existen también reportajes que describen que durante su candidatura a la presidencia de la República y a manera de presunto soborno para coadyuvar a la aprobación de la controversial Ley Longueira, 35 políticos del momento recibieron un total de 333 millones de pesos mediante diversas empresas pesqueras. Entre las empresas destaca Blumar y Camanchaca. De este total, 82 millones fueron enviados directamente a Sebastián Piñera. Sin embargo, estos fueron señalados por el Ministerio Público de Chile como «aportes legales».

En el año 2010, al ser elegido presidente, fueron iniciadas una serie de operaciones de traspasos financieros entre la República de Chile y diversos países del extranjero. Este recurso salido de la Ley Reservada del Cobre, causó indignación entre la ciudadanía ya que el dinero fue sacado del país sin consultar al Congreso.

Entre los funcionarios implicados se señalan a Felipe Larraín, ministro de Hacienda y Jaime Ravinet, titular de Defensa en primer plano. Las declaraciones y elementos presentados sobre este desfalco denominado el «MilicoGate» que involucra directamente a los militares del país, fue tratado más adelante en sesión secreta de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados.

Este mismo año, haciendo uso de los mecanismos predeterminados para donaciones políticas que pueden generar beneficios tributarios, se acusa a Sebastián Piñera de generar autopréstamos para evadir impuestos.

Gobierno actual

Piñera asume de nuevo el Poder Ejecutivo el 11 de marzo del 2018 y a pesar de que va a la mitad de su mandato se pueden observar varios fallos: la democracia chilena se encuentra en un momento de crisis, todos los partidos políticos han perdido su credibilidad y si bien Piñera no carga con la responsabilidad total de esta crisis, pues esta es resultado de un desgaste del sistema que se ha ido acarreando desde hace décadas, su mandato está acelerando esta corrosión institucional. Gran parte del pueblo chileno cree que la democracia solo mantiene a un sistema desigual y que se trata de un Gobierno oligárquico.

Según la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), su Gobierno ha perdido el apoyo de la ciudadanía de una manera dramática pues ha caído 31 puntos porcentuales en menos de cuatro meses (desde 37% en octubre de 2019 a 6% en enero de 2020). Esta caída es resultado de la mala gestión que ha llevado, principalmente, durante los movimientos sociales suscitados desde octubre del 2019, de los cuales se explica más en el resto de las notas y vídeos de esta plataforma.

Sin duda alguna, el presidente de Chile es una persona despreciada por su pueblo debido a la mala administración que ha llevado y los numerosos fraudes que ha cometido ha expensas de la sociedad.

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